miércoles, 6 de junio de 2012

El país no aguanta otra

El país no aguanta otra elección sin certeza

Pedro Miguel
 
Estamos en la antesala del cambio. Hay razones para el optimismo. El pueblo mexicano está tomando conciencia de que la continuación del autoritarismo, los privilegios y la corrupción sólo conducen al precipicio. Una manifestación clara de este nuevo estado de entusiasmo y esperanza es la movilización, crítica y fresca, de los jóvenes frente al proyecto restaurador del viejo régimen que impulsan los poderes fácticos, encabezados por el duopolio televisivo. Saludamos el movimiento vigoroso y libre de los jóvenes. Es de gran importancia su contribución al cambio democrático de México.
Deficiencias y omisiones del IFE
Sin embargo, hay también razones para el pesimismo. Persisten malas prácticas que enturbian el proceso electoral y, ante ellas, tal y como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2006, el Instituto Federal Electoral (IFE) elude su obligación constitucional de garantizar la celebración de elecciones auténticas y libres. Una vez más, las campañas electorales se desarrollan en un contexto de ilegalidad e inequidad que pone en duda la legitimidad del proceso en su conjunto. Advertimos algunas omisiones importantes del IFE:
            1. No ha intervenido con oportunidad y efectividad frente al evidente dispendio y muy probable rebase del tope de gastos de campaña del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
            2. No ha tomado acción alguna para inhibir, controlar o castigar el operativo de compra y coacción del voto que ya se ha iniciado por todo el país.
            3. Se rehúsa a promover más de dos debates presidenciales y se niega a solicitar a la Secretaría de Gobernación la transmisión de los debates presidenciales por cadena nacional.
            4. Ha sido complaciente con las principales televisoras del país al permitir, durante años, su abierto respaldo hacia el candidato presidencial del PRI y al negarse a realizar una valoración objetiva y rigurosa de la persistente parcialidad en la cobertura de las campañas en radio y televisión.
            Por lo tanto, exigimos al IFE:
            1. Publicar, antes de la jornada electoral del 1° de julio, los informes preliminares de los partidos políticos así como las estimaciones del IFE de los gastos de cada candidatura presidencial.
            2. Formar inmediatamente una comisión especial del Consejo General para recibir informes y denuncias sobre compra y coacción del voto y actuar en consecuencia.
            3. Que su Comisión Temporal de Debates tome medidas inmediatas para auspiciar la celebración de debates presidenciales adicionales.
4. Asegurar la total equidad e imparcialidad en la cobertura de las campañas electorales por los medios de comunicación electrónica.
5. Resguardar el sistema de cómputo en su conjunto contra posibles interferencias. Garantizar que su sistema de cómputo sea totalmente confiable. Aprovechar las oportunidades de mejora que señaló el propio Comité Técnico Asesor del PREP, en el Informe final entregado al IFE en agosto de 2006, donde propuso: a) Hacer público “el software que se utilizará” y b) constituir un “Comité Especial que audite el PREP” y asegure su confiabilidad. Asimismo, garantizar el acceso ciudadano a los datos en tiempo real y que se incluyan, en las bases de datos del PREP y del Conteo Distrital, los datos sobre boletas recibidas y sobrantes, ciudadanos registrados para votar, votos emitidos totales y otros similares, que resultan imprescindibles para la verificación ciudadana de la consistencia de los resultados. Estas medidas, que pueden reducir drásticamente los riesgos de fraude, deben implementarlas el IFE de inmediato.
Las encuestas y los medios
La elección presidencial no está decidida todavía. Depende de quiénes y cuántos salgamos a votar el 1° de julio. Medios masivos de comunicación y encuestadoras, ligados ambos a grupos de poder con inocultables intereses partidistas, han utilizado la publicación de encuestas, posiblemente amañadas, para tratar de convencer al electorado de que ya hay un “ganador” indiscutible, y para sembrar la desesperanza entre quienes desean una transformación profunda. Todo ello enmascarado en una supuesta “verdad técnica”, cuyas debilidades y falta de objetividad sólo se aprecian al analizar su diseño muestral y sus cuestionarios.
            El despertar ciudadano, detonado por los jóvenes, ha exhibido el fracaso de esta estrategia en favor del candidato del PRI. Los medios se han visto forzados a reconocer que la burbuja de Peña Nieto se desinfla.

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